Denunciado por la hermana siamesa de su novia

El detenido, el diseñador de modas João Valente Silveira, de 29 años, fue denunciado por Agnes María Mendes, de 26, por “hacerme repetidas veces el acto sexual sin mi consentimiento por mediación de mi hermana”, segun reza el parte. La acusadora también ha interpuesto una denuncia contra su hermana, Mireia Lucinda Mendes, de su misma edad, por complicidad en los abusos.

Los hechos referidos dan comienzo en enero, cuando el acusado conoció a las hermanas Mendes en una reunión con unos clientes alemanes. Las hermanas Mendes, que están unidas de nacimiento por el costado, fueron contratadas para hacer la traducción simultánea entre ambas partes, debido a la privilegiada capacidad de comunicación entre ellas. Tras conocerse empezaron a quedar, y pronto se vio que João tenía preferencia por Mireia Lucinda, mientras que con Agnes María no se llevaba tan bien, según alega el acusado, “por las continuas mofas que hacía esta sobre mi fashion look y la altura de mis plataformas. Yo seré bajito, pero al menos no soy la carabina de nadie”.

Tras unas semanas de citas, João y Mireia Lucinda decidieron acostarse juntos. Pero las cosas no salieron como estaba previsto. “Fue muy desagradable”, comentó Agnes María, “Yo estaba leyendo una revista de aviación militar para distraerme y empecé a notar humedad y contracciones. Me di cuenta de que mi hermana no estaba sintiendo nada. Imagínese: ese hombre estaba haciendo el amor con ella, pero la que lo notaba era yo. Me sentí muy violenta. Hice todo lo que pude para evitar que se me notase, y tuve que esperar a que mi hermana fingiera el orgasmo, cuando el orgasmo había sido el mío”.

Aquella primera relación no fue agradable para ninguna de las hermanas Mendes, y ocasionó su primera discusión al respecto. “Yo le dije a Mireia Lucinda que ese hombre no le convenía, porque los orgasmos me venían a mí, que buscase uno que le diera los suyos propios, pero ella insistió en darle un poco más de tiempo porque decía que era un chico muy sensible y siempre ha querido probar un metrosexual. Creo que lo de ‘metro’ era por la estatura. ¿Pero qué pasaría si acaban casándose, deciden tener hijos y me quedo embarazada yo? ¿De quién sería el hijo entonces?”. Mireia Lucinda se defiende de los reproches de su hermana: “Ella se beneficia de mis relaciones sin tener que ligar, y encima se queja. A veces le he tenido que decir a João ‘hoy no, cariño, que le duele la cabeza’, cuando encima sé que es mentira”.

La tensión llegó al extremo cuando Mireia Lucinda, desesperada ante la falta de orgasmos propios, le pidió a Agnes María que hiciera el amor con João para ver si así el orgasmo lo sentía ella. “Funciona con las legumbres, no veo por qué no tiene que funcionar con lo otro”, relató Mireia Lucinda ante las recriminaciones de su hermana por dar detalles tan escatológicos de su vida. Fue entonces cuando Agnes María decidió poner fin a la relación de la pareja: se tomó varios somníferos para que Mireia Lucinda se durmiera y así pudo llegar sin oposición a la comisaría a poner la denuncia.

Por su parte, Mireia Lucinda acusa a su hermana de haberle “robado los orgasmos” y alejar a su novio por despecho. Respecto a la denuncia contra ella, se muestra desafiante: “Que se atreva. Si yo voy a prisión, juro que ella se viene conmigo”. A la salida de la comisaría se produjo una pelea entre las dos hermanas, sin que los transeuntes intentaran separarlas. La pelea duró poco, no obstante, porque al parecer cada golpe que se propinaban lo sentían como propio.

Según fuentes judiciales, el caso se presenta complicado, porque los médicos forenses no tienen claro a cuál de las dos deben examinar para determinar quién ha sufrido los abusos.

La compleja situación, no obstante, podría dar un giro inesperado. Debido a la notoriedad que ha alcanzado el caso, les han llegado multitud de solicitudes de pretendientes, entre ellas la de los hermanos Gamboa, unos especialistas en computación paralela, que se da la circunstancia de que también son siameses. “Son muy guapas”, declararon al unísono con picardía, “y podríamos formar un clúster humano al conectarnos”. Añaden que tienen la solución para situaciones como las que han vivido las hermanas Mendes: “El secreto está en los protocolos de red. Con nosotros podrían formar una red local en la que los orgasmos viajen fragmentados de un cuerpo a otro en paquetes de hormonas sin que se pueda rastrear su origen ni conocer su destino. Lo hemos probado entre nosotros, lo llamamos ‘onanismo ofuscado’, y es muy emocionante”. El mayor inconveniente es que los hermanos Gamboa son tres, y el más joven tiene un segundo miembro en la espalda.

Mientras tanto, João Valente continúa detenido en espera de juicio, donde deberá responder por los cargos de abusos, con el agravante de paticorto.